CUANDO “EL TUCÁN” DEFENDIÓ A LOS APRISTAS

Con 102 años, acaba de fallecer Luis Bedoya Reyes, importante personaje de la política peruana del siglo xx, y diversos personajes han expresado su pesar por tan irreparable pérdida. En el APRA, se ha recordado el gesto de este hombre que rechazó el ofrecimiento de los comunistas para presidir la Asamblea Constituyente de 1978 y golpear asi, moralmente, a Haya de la Torre, a quien Bedoya Reyes apoyó sin condiciones, permitiendo que el fundador del aprismo ocupara el más alto cargo de la Asamblea y promulgara una Constitución Política que contó con el reconocimiento de los trabajadores, el pueblo en general y naturalmente, la comunidad jurídica local e internacional.

Luis Bedoya Reyes tuvo durante su vida, una relación indirecta, pero especial y significativa con el aprismo, que bien vale la pena recordar. De temperamento y estudioso, terminó la secundaria en el glorioso Colegio Guadalupe y cursó estudios de derecho en la Universidad de San Marcos, cuando esta fue reabierta tras la clausura producida por Luis M. Sanchez Cerro en medio de la cruel persecución contra el aprismo en “la gran clandestinidad” producida entre 1932 a 1945.

Luis Bedoya tuvo seis hermanos y uno de ellos, Fernando Bedoya Reyes, quizás el más inquieto, desde muy joven se había integrado en los cuadros de la Vanguardia Aprista de Choque, la organización de jóvenes, antecesora de la Federación Aprista Juvenil (FAJ). Era un activista conocido e impenitente que acompañó con su participación la resistencia civil clandestina, dirigiendo movilizaciones de células partidarias que fueron cobrando sentida notoriedad pública. Cuando Luis Bedoya Reyes cayó en cuenta que, mientras atendía el despacho presidencial del presidente Benavides -donde laboraba-, su hermano luchaba y conspiraba contra el mismo régimen, renunció sin cuestionar la adhesión de Fernando a sus ideas, ni su conducta política.

Justo Enrique Debarbieri Riojas, compañero promocional de Fernando Bedoya comentaba que, entre los jóvenes apristas, era un privilegio caer preso con Fernando Bedoya, ya que cuando su hermano -preocupado-, tramitaba y diligenciaba su libertad, nunca dejó a ninguno de sus compañeros detenidos entre las rejas.

Fernando Bedoya Reyes fue responsable de la convocatoria y realización de los campamentos juveniles apristas en las laderas del Rio Rimac y Santa Eulalia con Luis Felipe de las Casas y Sergio Bernales, fue parte del equipo que tapió de murales contra el fascismo la casa de Luis A. Flores del partido Unión Revolucionaria que apoyaba a Sanchez Cerro y, encargado por Armando Villanueva, participó de la trasmisión de la radio clandestina (Incahuasi) que el aprismo mantuvo al aire en los años 40, participando de igual modo, en la toma de Radio Sucre, importante emisora radial limeña donde se leyeron por varios minutos proclamas del aprismo exigiendo elecciones libres, garantías civiles y justicia social.

Alguna vez, cuando Luis Bedoya Reyes fue preguntado sobre su relación con el hermano ideológicamente distante, tuvo frases de enorme connotación filial y termino mencionando: recuerdo conmovido al evocar las aventuras clandestinas de Fernando, mi buen y querido hermano aprista.