¿QUÉ CRISTO LLEGA EN NAVIDAD?

Vieja pregunta, para una duda permanente…

Hace más de dos mil años nació un ser que cambiaría la historia de la humanidad. Creció y fue educado en virtudes, con una forma de ver y entender la vida que terminó cambiando a su vez, la manera como los demás sentirían al mundo a partir de entonces.

Hay quienes prefieren verlo como un “predestinado”, un “santo” o, el “elegido”, es decir, como una divinidad alejada de lo real y capaz de trasuntar hacia lo inmortal. Otros, sin embargo, prefieren reconocerlo como quien en actitud mucho más cercana de lo que le convendría a alguna organización religiosa, promueve una lógica “del ser” más profunda que la simple razón humana, rechazando la violencia sin descartar su uso cuando es necesaria, imponiendo sosiego cuando la paz se instala y liderando una terca, tenaz e incansable lucha por la justicia a través de los tiempos.

Su nacimiento estuvo signado por la austeridad absoluta y una incertidumbre derivada de la terrible persecución del emperador Herodes, también por la valentía familiar y singular con la que se asumió “su destino”, por la sacrificada presencia de su madre –como tantas otras hasta estos días-, el ejemplo de su padre carpintero, humilde y trabajador embarcados todos tras ese sentido de la realización en la felicidad común que lo llevó a señalar la esclavitud y el sometimiento como expresiones inhumanas, condenando con energía revolucionaria la realidad dramática de pobres, marginados y enfermos.

Este hombre, que no hizo distingos entre quienes llegaron a él, formó grandes legiones de seguidores, prometió que la verdad nos haría libres, y sobre la gente más humilde, construyó la realidad de sus ideales y de su fe, esa adhesión humana que antes atrajo a millones en la búsqueda de una tierra prometida de hondo y trascendente sentido de solidaridad y fraternidad, y que no fue otra cosa que encontrar una nueva forma de convivencia para el bien común.

Llamado Jesús, defendió sus ideas por encima del acoso del poder. Se opuso a la presencia colonial-imperial y también al pago injusto de tributos que obligaba el sometimiento de la invasora potencia extranjera. Pidió siempre por los demás, e hizo de la utopía de la felicidad, una causa de lucha sin descanso en un mundo que reconoce respecto de él, un antes, y un después.

¿Si esto es tan claro, porqué le han dado a la navidad, que es la fecha en la que el mundo recuerda su nacimiento, el torpe significado pagano y cocacolero que ha tenido todos estos años? La respuesta es simple, por puro afán consumista, por ignorancia y por falta de vivencias en los extraordinarios valores que promueve y que bien podría constituir un nuevo, grave y patético pecado capital.

Uno de los debates más difíciles que enfrenté en mi vida ha sido el que me confrontó con los sacerdotes del colegio católico en el que estudié la primaria, ya que, si el Evangelio es la buena nueva de la liberación de todos los hombres en Cristo, como se explican las terribles incongruencias históricas de la Iglesia y porqué, por ejemplo, entre las celebraciones navideñas -ricas en amor y austeras en moneda de los primeros tiempos-, frente a las fastuosas ceremonias y celebraciones llenas de regalos materiales en un mundo en el que millones de niños, literalmente, se mueren a diario de hambre, mientras hay mesas en las que no se conoce el alimento, y no se educa a la gente en la solidaridad y el compartir porque la abundancia de estas fechas linda con la insensibilidad.

Qué significado podría tener para Jesús, el Cristo de los pobres, estas fiestas navideñas vacías de sentimientos y solidaridad, ninguno. Con seguridad, él mismo Jesús alzaría la voz y señalaría a quienes han convertido su celebración en ferias mundanas y además, con mano firme, volvería a echar a cuanto mercader encontrara en su camino exigiéndoles no tomar su nombre en vano, respetar los valores que predicó cualquiera que sea la idea personal que tenga cada quien de la divinidad, dando ejemplo de vida, denunciando a los falsos “profetas” y a los lobos ocultos en piel de cordero que pululan entre sus aparentes fieles seguidores.

Que estas fiestas nos reencuentren con los viejos sentimientos que forjaron esas logias de fraternidad y esa fe que lega el ejemplo de vida de Jesús, que es fortaleza en las más íntimas y firmes convicciones de la solidaridad y la fraternidad nos permita no perder de vista que sólo, quien es capaz de vivir en bondad, obtiene siempre la felicidad, porque, en cada mendigo sigue estando el rostro triste del olvido, en cada anciano hay una luz de vida, en cada sorbo de agua que pide un niño en la calle, la sed de quien dio ejemplo de sacrificio y fue un maestro cuya llaga sangrante en la cruz histórica del castigo inmerecido, está el sufrimiento de un mundo agobiado por el hambre, la guerra, la enfermedad y el destino incierto de la humanidad.

Jesús no es un mito, existió, y su vida es un ejemplo de búsqueda de verdad que es lucha contra la injusticia. Por eso la celebración de la navidad no es como muchos sostienen, un rito religioso, es el testimonio de adhesión a una forma de vida, el punto inicial de una historia que estaría llamada a cambiar la historia de la humanidad con el testimonio del Nazareno que es un personaje real, indescriptible, valeroso y sobre todo digno de imitar.

Cristo es el más importante héroe justiciero de esa historia aún no revelada, ganador de inmensas batallas contra el mal y de quién, en el más adverso de los escenarios, exhibiendo abiertas las heridas producidas tras el flagelo del Gólgota, sólo grandeza y palabras de perdón insistiendo en que solo la verdad nos haría libres. Si ésta, no es una historia de vida, entonces la historia no tiene mayor valor porque todo está perdido. Lo demás, incluyendo las romerías, los golpes de pecho, el misal y hasta los rezos memorizados de las almas impías, es sólo frivolidad, cucufateria pagana, o simplemente, pura finta… Amen.

 

 

Del artículo del mismo nombre del autor / Gráfico encuentra.com

HAYA DE LA TORRE Y EL COOPERATIVISMO DEL SIGLO XXI

Víctor Raúl Haya de la Torre hablaba de una filosofía de vida solidaria que marcha al compás de la evolución y cambio del mundo, hecho que, además –sostenía-, no podría ser superada por el individualismo del capitalismo que propone el “yo”, en vez del “nosotros”.

A través de una serie de pasajes de su pensamiento y obra, el pensamiento Cooperativo del que habla, asocia los términos de la Justicia Social, el Estado Antiimperialista y el Cooperativismo, insistiendo en una estrategia económica que desarrollaría el llamado Congreso Económico Nacional donde se plantearían modelos de desarrollo que insertaría al Estado, el Capital y el Trabajo en un foro de decisiones que tan erróneamente quisieron plagiar estos días con el Consejo Nacional del Trabajo.

Bajo una nueva visión del desarrollo social, y reconociendo los estudios formulados sobre el capitalismo y sus crisis, una propuesta que inserta al partido, los sindicatos y las cooperativas es planteada  como una contribución de un modelo que respeta la propiedad y la economía, impulsando una que oponga, dentro del régimen capitalista y brutal, la noción cooperativa, es decir, ideas sobre Derechos Humanos, Cogestión Empresarial y consumo solidario que  responda la lógica dramática del clásico capitalismo que les da a unos pocos todo y, a muchos, nada.

El cooperativismo desde mediados del siglo pasado dejó de ser un sueño y una Utopía, en tanto con los traumas del libre mercado y la Globalización, se convirtió en una urgencia.

En el Perú, las primeras Cooperativas de Consumo se formalizaron con su fundación en 1937 heredando el espíritu de los Asociaciones Mutualistas y los Clubes del Hambre que los trabajadores habían creado muchos años antes para compartir cada uno sus excedentes, en tanto con las Leyes 10828 y 10865 se dio un empuje creándose otras nuevas cooperativas de servicios y también de ahorro y crédito.

Fue Victor Raul Haya de la Torre quien -casi en solitario- tras sus viajes por el mundo, ilustró sobre esta experiencia innovadora en la economía, resaltando los modelos nórdicos y los kibbutz de Israel, legando la constitución del año 1979, una visión trascendente del cooperativismo para que se centre en el Ser Humano y no, exclusivamente en el mercado, dándole rango constitucional.

El artículo 112 declara que “El Estado garantiza el pluralismo económico. La economía nacional se sustenta en la coexistencia democrática de diversas formas de propiedad y de empresa. Las empresas estatales, privadas, cooperativas, autogestionadas, comunales y de cualquier otra modalidad actúan con la personería jurídica que la ley señala de acuerdo con sus características” en tanto, el Artículo 116 declara que “El Estado promueve y protege el libre desarrollo del cooperativismo y la autonomía de las empresas cooperativas. Asimismo, estimula y ampara el desenvolvimiento de las empresas autogestionarias, comunales y demás formas asociativas”, norma que amplia en el Artículo 159 donde vincula los términos cooperativo y autogestionario a la Reforma Agraria para “la transformación de la estructura rural y de promoción integral del hombre del campo”, en tanto en el Artículo 162 alude que “El Estado promueve el desarrollo integral de las Comunidades Campesinas y Nativas. Fomentan las empresas comunales y cooperativas”.

El régimen neoliberal y la actual Constitución Política del Estado vigente (1993), desbarató al Movimiento Cooperativo y restó su importancia social y económica imponiendo su ocaso en el llamado libre mercado.

El movimiento cooperativo es en esencia popular y tiene por ello, varias razones para celebrar, pero volteando la mirada y exigiendo su lugar en la historia. Exige su rol solidario y plural dentro de un sistema que incorporó a las propuestas económicas y programáticas del aprismo, un lugar especial en las tareas de la defensa antiimperialista de la economía de la gente por encima de la ganancia pura del mercantilismo. El prospecto cooperativo tiene pues un ánimo solidario y común, es una experiencia que ha tenido éxitos saltantes en la historia de muchos países del mundo y en el Perú, muestra desarrollo a pesar incluso de los ataques que sufrió por la economía neoliberal que intentó liquidarla para imponer la lógica rentista del sistema bancario, inhumano y extensamente capitalista per se.

 

 

Apuntes del Lic. Walter Choquehuanca, Decano Nacional COLICOOP y graficos Internet

DRAMAS E IRONÍAS FISCALES

Un integrante del Equipo Especial de fiscales del caso Lava Jato que integran Rafael Vela y Domingo Pérez, entre otros, fue detenido tras un operativo que comprobaría la participación delictiva de, por lo menos, un fiscal más en favor de un encumbrado personaje de la política local que por algún tiempo lideró increíblemente la lucha anti-corrupción del gobierno de Martin Vizcarra.

Lo cierto es que el uso de los vínculos e información de estos personajes en la fiscalía para la comisión de una serie de actos delictivos, comprometería a quienes colaboraron con ellos, de acuerdo a esa lógica usada por el llamado «Equipo especial Lava jato» por la cual, tras una perversa lógica, han terminado comprendiendo (contra los preceptos penales elementales de la responsabilidad personalísima), a partidos políticos, empresas y una serie de personas, en las investigaciones contra quienes recibieron dinero o sobornos.

Para el conocido fiscal Pérez, las personas vinculadas a investigados son también, objetivamente, “integrantes de la organización misma”, por tanto, “debe” conocer los actos de ésta, lo que en el caso del caso de los fiscales detenidos por proteger al ex premier Villanueva, terminan comprometiendo a la fiscalía como “una organización criminal” porque podrían haber coordinado asuntos o información de su competencia, las mismas que habrían sido puestas finalmente al servicio de intereses criminales.

La tesis apuntalaría al señalamiento objetivo que los fiscales intervenidos no pudieron actuar solos, que necesitaban un andamiaje y colaboradores para cumplir sus objetivos y, en esa línea de razonamiento resultan los funcionarios de la fiscalía, presuntos integrantes de una organización criminal montada con el fin ex profeso de ayudar a corruptos criminales investigados para obtener impunidad. Todo esto hace que a continuación, el procurador Amado Enco -tan afecto a denunciar a todo el mundo por ganarse un titular periodístico-, debiera sustentar en nombre del Estado, el grave perjuicio y la actitud criminal de los fiscales detenidos, sus socios, así como a la organización criminal que fue tomada, que los ampara y que lidera la Fiscal de la Nación, levantándose el secreto bancario y de comunicaciones de los incriminados, sus jefes u otros funcionarios de la fiscalía para que la apertura de la investigación preliminar los lleve a una carcelería, someta a los responsables dentro de la fiscalía, incluyendo los fiscales que tienen “la información sensible” a la que tuvieron acceso los intervenidos con  la finalidad de evitar que «los cómplices» perturben en libertad la actividad probatoria, en tanto la DIVIAC debe proceder al descerraje y el allanamiento de las casas de los fiscales, sus jefes y amigos, hasta saber exactamente, cuál es el número de expedientes-sorpresa y otros instrumentos probatorios que se encontrarían en dichos lugares, sin perder de vista que los detenidos, como postulantes a colaboradores eficaces, podrían modificar su estatus por su sólo dicho, implicando al líder (superior) de la organización, por ejemplo, al propio fiscal Domingo Pérez -tal como lo hacen con otras personas-, para que, aunque todo lo dicho fuera mentira, le abra la posibilidad de proseguir el proceso desde su domicilio, mientras el gobierno -aunque sea solo para distraer a la gente-, garantice un juicio justo a quienes han tomado la fiscalía para convertirla en una vasta organización criminal, integrada por sujetos reunidos por intereses ilegales.

Linda historia que grafica lo que ha venido sucediendo en el país este año donde la lucha anticorrupción -cual bendita Caja de Pandora-, deja huellas de horror en inocentes mientras los criminales son protegidos groseramente. Cuidado, en poco tiempo serán cada vez más evidentes los intereses que se juegan y cómo desde palacio de Gobierno y la fiscalía hay titiriteros y títeres que han abusado y que finalmente recibirán de su propia medicina.

METAMEMORIAS, EL HOMBRE DETRÁS DEL PRESIDENTE ALAN GARCÍA (*)

¿Cómo alguien que logró tanto y que fue tan amado por tantos, acaba sus días en la plenitud de su conciencia y talento de una manera tan dramática? De alguna manera Platón nos acerca a la respuesta cuando sostiene que «es la ocurrencia la que obliga”, pero también, porque esa puede ser la consecuencia de descubrir -como sostuvo el poeta francés Gerard de Nerval-, “que el mundo real era en realidad el infierno”.

Las Metamemorias de Alan García constituye la mejor de sus numerosas obras, es el resumen apretado de una vida agónica que exhibe a plenitud el alma noble de un dirigente popular, de un pueblo y un partido que viven la política con honestidad. Es el recuento emocionado de vivencias que -como la propia vida de Arguedas- constituye un registro acumulado de esas mismas pasiones que forman la nacionalidad en un mundo geográfico en el que los pobres signados por una fatalidad absoluta parecen -a pesar de todos los esfuerzos que se hagan-, que nunca dejaran de ser pobres, que vienen de la nada rumbo a la nada, mientras sólo unos pocos siempre lo tienen todo…y entonces ¿cómo vivir sin poder resolver eso a pesar de todos los esfuerzos que se hagan?

Siento que cada momento en este libro toca fibras sensibles, texto lleno de lealtades señaladas y traiciones mencionadas con sutil digresión, se rebela contra esa vida de ficción que se inicia en los colegios donde se inventan héroes y triunfos en guerras que se pierden y gobiernos que exhiben de todo, menos moral, en un país dramáticamente construido en desniveles groseros para que nadie pueda caminar derecho.

Metamemorias es el registro emocionado y descarnado de vivencias de un hombre comprometido, de un caminante inagotable que sigue protestando en medio de un mundo de resbalosas oportunidades en las que los buenos parecen ser una excepción y los malos parecen siempre ganar.

¿Cómo es que un hombre signado por triunfos impresionantes, que lleva al poder a su viejo partido tras más de 60 años de persecuciones y vetos, que dirige en dos ocasiones el destino del país y lidera una revolución por momentos imposible, fue finalmente cercado por el odio y la inquina? ¿Qué fue de las pasiones despertadas, los juramentos de consecuencia y los amigos que dejaron de contestar las llamadas? ¿Cuándo el antiaprismo de vieja data mutó hacia el antialanismo odiador y ruin? Esas son preguntas que aun dan vueltas en mi mente en el intento de comprender la pequeñez del hombre frente a la inmensidad de la vida y la historia.

Recibí con orgullo el encargo de formular algunos apuntes biográficos y populares sobre Alan Garcia en vida -honor para quien no era precisamente parte de su entorno más cercano-, pero no sabía que casi al mismo tiempo, y con mucho mejor talento por supuesto, el estudiado me estudiaba escribiendo una historia mayor, nuestra historia, y por eso, estas 528 páginas redactadas por este hombre excepcional que vivió en medio de circunstancias excepcionales y que escribió de alguna manera su biografía rumbo al sacrificio, me resulta tan especial e impactante por la similitud con la dignidad con la que los apristas en la gran clandestinidad aceptaban su destino y marchaban a la cárcel, al destierro o al paredón, gritando SEASAP.

Aquí está esa visión dolorosa de una Nación que merece un mejor destino, aquí también, el Perú de las oportunidades pérdidas, de nuestros padres y abuelos del aprismo que compartió con Haya de la Torre y sus compañeros, del martirologio aprista que sintió siempre tan cercano, ese país que tanto amó y esa gente que defendió por décadas y por la que se enfrentó a la muerte cantando sus propias alabanzas y anunciando que la tierra prometida de justicia social es aún esa posibilidad en la que él creía con optimismo a pesar incluso, de lo irónico o incomprensible que pudiera parecer entregar la vida por los demás en una dimensión que no conocerán nunca, ninguno de sus pequeños detractores.

Metamemorias es un libro escrito por un hombre bueno y justo, con mucho talento y cuyo contenido ratifica reiteradamente lo que he afirmado en anterior oportunidad: Sócrates tenía razón, Todas las almas de los hombres son inmortales, pero las almas de los justos, son inmortales y divinas.


(*) El martes 17 de diciembre, mientras se recordaban 8 meses de la partida física del presidente Alan García, un aprovechado «humalista» intentaba colgarse de la fecha publicando un texto lleno de mentiras y poca calidad, evento que terminó en escándalo cuando los asistentes se trenzaron a golpes , en tanto, un acto cultural abarrotaba “la Sala de las Banderas” ubicada en el segundo piso de la Casa del Pueblo en el marco de un tributo a AGP presentando su obra póstuma METAMEMORIAS que, a estas alturas, ya se considera un éxito y va por su segunda edición. Estuvieron presentes el joven Secretario Nacional de Capacitación del PAP Alvaro Quispe, la ex regidora de Lima Evelin Orcón, los secretarios generales del PAP Elías Rodríguez y Benigno Chirinos -quien es además presidente de la Confederación de Trabajadores del Perú-, el analista Luis Nunez, la historiadora Cecilia Bakula, el escritor y Director de La Tribuna German Luna -cuya intervención en términos generales se reproduce en la presente nota-, Carla García y Mauricio Mulder.

EL PERONISMO NUNCA MUERE

Eva Duarte de Perón y las elecciones en Argentina

El peronismo ES AHORA, DE TODOS y la marcha peronista retumba entre los grupos de argentinos que van por las calles saltando de alegría y entonando el himno del movimiento que Hugo del Carril hiciera popular. El significado de las últimas elecciones, involucra a todos, pero da un giro sustantivo de timón y parece reorientar al país hacia un modelo que atienda la demanda popular con responsabilidad, confirmando la tesis por la cual el peronismo es en esencia un sentimiento, una expresión popular y una esperanza que anida en el alma argentina que renace, sobre todo, cada vez que la crisis asoma como una posibilidad.

Los descamisados vuelven entonces y aparecen, varias décadas después, como protagonistas redimidos tras esa sombra irreductible e imperecedera de Evita que alienta el grito emocionado de Los muchachos peronistas que proclaman que unidos triunfarán dando como siempre ese grito de corazón: Viva Perón, Viva Perón.

Las cifras confirman la crisis con la misma firmeza que el triunfo y entonces, los sindicatos, las Madres de Mayo y el pueblo en general celebran en simultáneo -en privado y en las calles-, un triunfo que sienten de todos y que convierte en profético un mensaje del general Perón: “Aunque nos derriben mil veces, mil veces volveremos”, siendo que eso es precisamente lo que parece suceder con la victoria de Alberto Fernández, quien, tras una complicada alianza que demandó ceder ante posiciones aparentemente extremas e irreductibles, pudo finalmente arribar a entendimientos que empezaron con la renuncia de Cristina Fernández a la candidatura presidencial y llegó hasta la ruptura con las posiciones tolerantes con el chavismo, probando que la avalancha peronista lo que expresa, es una voluntad colectiva heterogénea y no dogmática pero que cuando hace esfuerzos reales, puede replicar –como en este último esfuerzo electoral-, la misma tolerancia y amplitud de criterios que hace posible desde hace mucho tiempo, la unidad en el movimiento sindical y social argentino.

El Peronismo por lo dicho, sigue siendo una alternativa que reúne desde montoneros hasta kirchneristas alrededor de un conjunto de valoraciones que todos  hacen suyas y que se nutre del imaginario popular, preservando al mismo tiempo en conjunto, el valor del mito y la presencia de Evita quien hace posible esto porque sigue concentrando expectativas y mandatos de su pueblo, con la misma consistencia y energía con la que irrumpió en la escena política logrando la ley de sufragio femenino, la igualdad política entre hombres y mujeres, la igualdad jurídica entre cónyuges, la patria potestad compartida, el Partido Peronista Femenino, la vasta lista de derechos sociales y laborales  y esa impresionante acción social dirigida hacia los grupos más necesitados que son quienes la convirtieron, en el símbolo incuestionable del nacionalismo argentino.

Pero estas no son las únicas consideraciones por las que el peronismo expresa el sentimiento popular argentino, lo es además, su capacidad autocritica y de deslinde  que expresan una real consecuencia de las varias  divisiones internas que  conspiran contra su esencia nacionalista y la hacen perder elecciones, pero de la misma manera como la derecha, los fracasos del modelo económico, las crisis y los ataques, impulsan su unidad, esa fortaleza que le permite ser expresión genuina que evoca los recuerdos más bellos de la gesta de Evita, los días de la gloria peronista y ahora, el triunfo popular de “Todos”.

Enorme responsabilidad la que toca y habrá que probar que el peronismo es una solución y que está distante de la demagogia populista. El Frente llevó la fórmula Fernández-Fernández y triunfó evocando otra asociación popular de una dupla presidencial: Perón-Perón, fórmula que recuerda el mensaje que Evita legó en su libro La Razón de mi vida cuando escribió: “muchas obras han sido construidas con criterios de ricos… y el rico, cuando piensa para el pobre, piensa en pobre. Otras, han sido hechas con criterio de Estado; y el Estado sólo construye burocráticamente, vale decir con frialdad en la que el gran ausente es el amor”. Nuevas motivaciones para el nuevo gobernante justo ahora que los argentinos han votado contra los ricos y por el amor… ¡Que todo sea diferente y que viva Eva Perón!.